¿Qué es la Leche especial A.R.?

Y, ¿qué significa A.R.? AntiRegurgitación

En las primeras semanas de vida del bebé es normal que eche un poco de leche tras la comida, es la regurgitación. Esta regurgitación no debe confundirse con el vómito; el vómito es bastante más abundante en cantidad y además más molesto. La regurgitación no causa malestar ni es peligroso para el bebé, el mayor inconveniente es que mancha el babero o la ropa de mamá cuando ella lo coge en brazos, por eso, las madres, padres o cuidadores suelen colocar una toallita sobre el hombro cuando ponen al bebé a eructar.

Normalmente hacia los seis meses, cuando comienza a sentarse, la frecuencia de las regurgitaciones disminuye notablemente. El problema puede surgir cuando las regurgitaciones son más frecuentes y abundantes de lo normal, que puede ser debido a una inmadurez en los músculos de la unión del esófago y el estómago, y no acaban de cerrar bien dejando salir una parte del contenido del estómago. Esta regurgitación anormal puede dar ardor en el esófago o en la laringe después de la toma provocada por los ácidos del estómago.

En estos casos en que se da con más intensidad, es cuando el pediatra puede recomendar las leches A.R.:

- Son leches más espesas para evitar este reflujo. Como espesantes contienen harinas de semilla de algarrobo, almidón de maíz, almidón de arroz… que minimizan que una vez que llegue la leche al estómago haya retorno.

- Algunas leches incorporan una relación carbohidratos/lípidos aumentada, para facilitar el paso de la leche espesada al intestino (acelera el aclaramiento, mejorando el vaciamiento gástrico), junto con el aumento de la motilidad gástrica.

- Están enriquecidas en nucleótidos, ya que se ha observado que estos participan en el desarrollo madurativo neurológico y digestivo.

- Están enriquecidas en ácidos poliinsaturados de cadena larga tipo AA y DHA, que además de mejorar el desarrollo mental y visual del lactante, favorecen el vaciado gástrico.

Además de este tipo de leches, podéis tener en cuenta unos consejos básicos:

- Anticiparse y darle la toma antes de que esté demasiado hambriento, así se alimentará con más calma.

- Si toma biberón ponerle a eructar cada cinco minutos durante la toma. Si toma el pecho y la postura es buena, no es necesario parar para eructar porque el pecho no tiene aire.

- Evitar la toma acostado.

- No insistir cuando el niño suelta el pecho o el biberón. Él sabe cuándo ha comido lo suficiente, todo lo que toma de más tendrá que echarlo.

- En el caso de tomar biberón, el agujero de la tetina debe ser el adecuado, la leche debe fluir pero no en exceso. Para saber si es el adecuado, coloca el biberón en posición vertical boca abajo: tienen que salir unas pocas gotas seguidas; si sale un chorro continuo, el agujero es grande.

- Coger el bebé en brazos tras la toma para facilitar la expulsión de aire, y no jugar con él después de comer.

- Elevar la cabecera de la cuna para evitar que regurgite durante el sueño, poniendo unos tacos debajo de las patas de la cuna o bien una almohada debajo del colchón.

Con estos simples consejos y valorando el cambio de leche, si lo alimentamos con leche de fórmula, se solucionan la mayoría de los casos. Si el problema persiste, el pediatra recomendará las pruebas pertinentes para ver cuál es la causa y solucionar el problema.